Los principios de tierra y libertad eran ya moneda corriente en el movimiento indĂgena que habĂa luchado desde fines del siglo pasado frente al despojo institucionalizado. MĂĄs aĂșn despuĂ©s del primer congreso indigenal de 1945. DespuĂ©s de la guerra del Chaco, las huelgas de brazos caĂdos en las haciendas eran frecuentes. Producto de una de esas huelgas fue una acciĂłn punitiva en una hacienda del lago Titicaca que derivĂł en un levantamiento en varios departamentos del paĂs (Chuquisaca, PotosĂ, Oruro, Cochabamba y La Paz). Los sublevados tomaron haciendas de manera violenta y en algĂșn caso mataron a los patrones. El movimiento durĂł unas semanas y el gobierno empleĂł efectivos militares, creĂł una policĂa rural e incluso usĂł la aviaciĂłn para sofocar las acciones indĂgenas. En una decisiĂłn sin precedentes apresĂł a centenares de cabecillas y los enviĂł a regiones tropicales inhĂłspitas con el marbete de colonizadores. No se puede evaluar el nĂșmero de vĂctimas y la magnitud exacta de los enfrentamientos, pero es evidente que se tratĂł de alzamientos masivos en muchos punto; de la geografĂa boliviana y que la acciĂłn represiva fue dura. El ciclo de incesantes levantamientos indĂgenas a lo largo del siglo XX, muestra la conciencia colectiva de quechuas y aimaras sobre la explotaciĂłn a la que eran sometidos en el altiplano y los valles.
Rebelion Indigena
Los principios de tierra y libertad eran ya moneda corriente en el movimiento indĂgena que habĂa luchado desde fines del siglo pasado frente al despojo institucionalizado. MĂĄs aĂșn despuĂ©s del primer congreso indigenal de 1945. DespuĂ©s de la guerra del Chaco, las huelgas de brazos caĂdos en las haciendas eran frecuentes. Producto de una de esas huelgas fue una acciĂłn punitiva en una hacienda del lago Titicaca que derivĂł en un levantamiento en varios departamentos del paĂs (Chuquisaca, PotosĂ, Oruro, Cochabamba y La Paz). Los sublevados tomaron haciendas de manera violenta y en algĂșn caso mataron a los patrones. El movimiento durĂł unas semanas y el gobierno empleĂł efectivos militares, creĂł una policĂa rural e incluso usĂł la aviaciĂłn para sofocar las acciones indĂgenas. En una decisiĂłn sin precedentes apresĂł a centenares de cabecillas y los enviĂł a regiones tropicales inhĂłspitas con el marbete de colonizadores. No se puede evaluar el nĂșmero de vĂctimas y la magnitud exacta de los enfrentamientos, pero es evidente que se tratĂł de alzamientos masivos en muchos punto; de la geografĂa boliviana y que la acciĂłn represiva fue dura. El ciclo de incesantes levantamientos indĂgenas a lo largo del siglo XX, muestra la conciencia colectiva de quechuas y aimaras sobre la explotaciĂłn a la que eran sometidos en el altiplano y los valles.