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El sexo anal: riesgos y precauciones que debes tomar

El sexo anal es tal vez uno de los más grandes tabúes que existen en cuanto a sexo se refiere. Muchas personas lo juzgan y lo asocian solamente con el sexo entre homosexuales. Sin embargo, muchas parejas heterosexuales también practican la estimulación del ano en su vida sexual. En Vida y Salud te contamos qué es el sexo anal y cuáles son los riesgos que trae para la salud.
Cualquiera pensaría que el ano es la parte del cuerpo menos atractiva. Por ahí salen los desechos del intestino y no es algo que a primera vista pueda parecer excitante. Sin embargo, cuando se trata de sexualidad, el ano es también protagonista en la vida de muchas parejas. Para algunos, el tener sexo anal, es una forma de experimentar y otros lo encuentran realmente placentero. Puede ser que algunas parejas lo hayan intentado por tener deseos de innovar en su vida sexual, y no les haya gustado. Pero como dicen por ahí, “por lo menos lo intentaron”.
El sexo anal involucra estimulación manual, oral o penetración en el ano. Cuando un hombre inserta su pene en el ano de su pareja, puede que sea placentero, pero también puede causar incomodidad a la pareja, e incluso dolor. El músculo que se encuentra en el recto se aprieta ante la estimulación, lo cual hace que a pesar de que el pene se introduzca suavemente y despacio, cause molestia. Si la penetración en el ano se hace de manera forzada, puede causar una lesión. Por eso, es aconsejable usar un lubricante  para no causar heridas.
El sexo anal, como mencioné al principio, es quizá la práctica sexual que más duramente se juzga. La religión dice que va en contra de la naturaleza y mucha gente lo considera como algo “sucio” o inapropiado. Pero acá no estamos para emitir juicios ni morales ni religiosos, sino para explicar de qué se trata esta otra expresión de la sexualidad, que es existe, como el sexo oral o el sexo vaginal.
Por eso, si te recuerdo cuáles son los riesgos de tener sexo anal y qué precauciones debes tomar si lo vas a practicar:
Para prevenir infecciones, evita tener penetración vaginal o sexo oral luego de que tu pareja ha retirado el pene de tu ano. En el ano se encuentran bacterias que son peligrosas si entran en la vagina y en la boca. Lo mejor es usar un condón o lavarse bien el pene antes de tocar otras áreas.
Usa un lubricante para facilitar la penetración. El sexo anal conlleva fricciones que pueden ocasionar rasgaduras dentro de la cavidad del ano y romper las delicadas membranas. En el mercado puedes encontrar diferentes tipos de lubricantes para esto. No uses nunca los que están hechos a base de aceite, como el aceite para niños.
El sexo anal es un factor de riesgo para contraer las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). El Virus de la Inmunodeficiencia Humana VIH, virus que causa el SIDA se transmite con frecuencia a través del sexo por penetración anal. Es más: el riesgo de transmisión por esa vía es mucho más alto que por el sexo vaginal. Por eso, si decides tener sexo anal, hazlo SIEMPRE con un condón de látex para reducir el riesgo de contraer  VIH y otras ETS.
Si tienes dudas acerca del sexo anal, consulta con tu médico. Si no te sientes cómodo(a) con esta práctica, habla con tu pareja. El sexo idealmente debe de ser placentero para las dos personas involucradas. Si por el contrario la disfrutas, hazlo tomando las medidas de precaución necesarias para no atentar contra tu salud.

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